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Quico Cantero.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Borrador monografía


Lo primero que podemos observar al leer el teatro  y ver la película  AMAR Y MORIR EN SEVILLA es que ambas están escritas en verso;  la película, describe  casi un 100%  del guión del texto original.

Al ver la película notamos que empieza igual que el teatro , (en una taberna Don Juan está escribiendo una carta para Dª Inés  y a su vez, unos pueblerinos celebran el carnaval ) pero se salta un diálogo entre Buttarelli y Ciutti  no muy importante, en el cual  Ciutti  le dice a Buttarelli  que lleva un año a cargo  de D. Juan y que éste es muy rico. Más adelante D. Juan Tenorio  habla con Buttarelli, que es italiano, y aunque en el  teatro haya un dialogo entre ellos en italiano, en la película no lo hay. También se salta un monólogo de Buttarelli, en el cual  se ve que D. Juan Tenorio riñe en la plaza.

En la escena V  del acto I, parte I, la película deja de ser fiel al texto y actualizan el lenguaje. En la escena VI del acto I, de la parte I del texto  saltan un monólogo de D. Gonzalo, en el que  hay indicios de que es el padre de la amada de D. Juan Tenorio.

En la película saltan tres escenas, en ellas Buttarelli prepara la mesa para D. Juan Tenorio y D. Luis Mejía.

Tras ver 15 minutos de la película  te das cuenta  de que parte del lenguaje ha sido actualizado como se puede ver en:



Después  de detallar lo que se apuestan, D. Juan comienza a hacer florituras sobre él  (en el teatro)  mientras que en la película, saltan todas las florituras y van directos  al grano.

En el comienzo del acto II, los guionistas de la película adelantan un dialogo que en el teatro no se realizará hasta más adelante.

En la escena III del Acto II Parte I de la película, Saltan un monologo en el que ya hay indicios de que Inés ama a D. Juan.
(No sé… El campo de mi mente
Siento que cruzan perdidas
mil sombras desconocidas
que me inquietan vagamente;
y a tiempo al alma me dan
con su agitación tortura.)
También en la misma escena, más adelante en la película se saltan una gran parte de la carta que D. Juan le envía a Inés. (Parte en la que D. Juan se pone más romántico.
(De amor con ella en mi pecho
brotó una chispa ligera,
que han convertido en hoguera
tiempo y afición tenaz:
y esta llama que en mí mismo
se alimenta inextinguible,
cada día más terrible
va creciendo y más voraz.

En vano a apagarla
concurren tiempo y ausencia,
que doblando su violencia,
no hoguera ya, volcán es.
Y yo, que en medio del cráter
desamparado batallo,
suspendido en el me hallo
entre mi tumba y mi Inés.)

(Acuérdate de quien llora
al pie de tu celosía
y allí le sorprende cada día
y le halla la noche allí;
acuérdate de quien vive
solo para ti, ¡vida mía!
y que a tus pies volaría
si le llamaras a ti.)
Al comienzo de la escena IV del mismo acto, en la película, hacen que Inés se desmaye nada más ver a D. Juan dejando así la posibilidad de que sea de amor, terror, fascinación… Mientras que en el teatro, Inés dice unas palabras que aclaran por que se desmaya
(¿Qué es esto? Sueño…, deliro.
¿Es realidad lo que miro,
 o es solo fascinación…?
Tenedme… apenas respiro…
Sombra… huye por compasión.
¡Ay de mí!)
Dejando claro que la razón por la que se desmaya es a causa de la fascinación y el amor que siente por D. Juan en el momento de verlo y, también el pavor.

Llegados a la escena VIII Acto III Parte I del teatro (minuto 48 de la película) nos damos cuenta de que no se ha realizado ningún “monologo” y directamente se salta y se da por entendido, por lo que hay partes que si no se tiene el texto original a mano, puedes pensar que alguna parte va de algo en lo que en realidad no va.

Acto IV escena I Parte I, otra vez saltan un monologo de Ciutti en el que defiende el valor y el honor de D. Juan
(No he visto hombre
de corazón más audaz;
ni halla riesgo que le espante,
ni encuentra dificultad
que al empeñarse en vencer
le haga un punto vacilar.
A todo osado se arroja,
de todo se ve capaz,
ni mira dónde se mete,
ni lo pregunta jamás.
Allí hay un lance, le dicen;
y él dice: “Allá va don Juan.”
¡Mas ya tarda, vive Dios!
En la escena II del mismo acto, se realiza el primer monólogo de la película
(Dios mío ¡cuánto he soñado!
Loca estoy: ¿qué hora será?
¿Pero qué es esto, hay de mi?
No recuerdo que jamás
haya visto este aposento.
¿Dónde estoy? ¿Este cuarto
es del convento?¿Quién me trajo aquí?

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