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Quico Cantero.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Comentario de texto "Celos"

     -Oh, por Dios, no sea usted así, mire que nos da a todos un disgusto; acompáñenos usted, señor Magistral.
     En el gesto, en la mirada de la Regenta podía ver cualquiera y lo vieron De Pas y don Álvaro, sincera expresión de disgusto: era una contrariedad para ella la noticia que le daba la Marquesa. Por el alma de don Álvaro pasó una emoción parecida a una quemadura; él, que conocía la materia, no dudó en calificar de celos aquello que había sentido. Le dio ira el sentirlo. "Quería decirse que aquella mujer le interesaba más de veras de lo que él creyera; y había obstáculos, y ¡de qué género! ¡Un cura! Un cura guapo, había que confesarlo..." Y entonces, los ojos apagados del elegante Mesía brillaron al clavarse en el Magistral que sintió el choque de la mirada y la resistió con la suya, erizando las puntas que tenía en las pupilas entre tanta blandura. A don Fermín le asustó la impresión que le produjo, más que las palabras, el gesto de Ana; sintió un agradecimiento dulcísimo, un calor en las entrañas completamente nuevo; ya no se trataba allí de la vanidad suavemente halagada, sino de unas fibras del corazón que no sabía él cómo sonaban. «¡Qué diablos es esto!» pensó De Pas; y entonces precisamente fue cuando se encontró con los ojos de don Álvaro; fue una mirada que se convirtió, al chocar, en un desafío; una mirada de esas que dan bofetadas; nadie lo notó más que ellos y la Regenta. Estaban ambos en pie, cerca uno de otro, los dos arrogantes, esbeltos; la ceñida levita de Mesía, correcta, severa, ostentaba su gravedad con no menos dignas y elegantes líneas que el manteo ampuloso, hierático del clérigo, que relucía al sol, cayendo hasta la tierra.

                                                                                                         Leopoldo Alas "Clarín"
                                                                                                            "Celos" La Regenta

     Leopoldo García Alas, fue un escritor español del siglo XIX perteneciente al Realismo. Este  fragmento, proviene de La Regenta su obra más importante que destaca por su abundancia de personajes y planos secundarios, mientras que el retrato de la protagonista queda desenfocado. Al ser un escritor realista, es muy minucioso, progresismo liberal, ideas antimonarquicas, utilizaba tacticas parecidas a las de gardon para los diálogos entre los personajes, descripcion del personaje a trabes del dialogo, corelato realista, descripcion del estado de animo a trabes de los objetos, crítica al catolicismo, critica el sistema político, a favor de la república. El tema de este texto, son los celos. Aunque, durante gran parte del texto lo único que se haga es describir a los personajes y sus estados de ánimo (característica muy común tanto en Clarín (alias de Leopoldo García) como en las novelas Realistas junto con el correlato.)


     Externamente el texto esta dividido en 2 partes, la primera, el diálogo de la Regenta de la línea 1 a la 2 y la segunda, desde la línea 3 hasta el final del texto. Los personajes de este texto, son: La regenta, el señor Magistral, De Pas, D. Álvaro, la Marquesa y un cura.


     Internamente, el texto esta dividido en 2 partes, la primera, las 2  primeras líneas en las que hay un dialogo y, la segunda, el resto del texto, el el que se describe toda la escena y a los personajes.


     El único recurso que he encontrado, es el dialogo en el inicio del texto, (líneas 1 y 2) Oh, por Dios, no sea usted así, mire que nos da a todos un disgusto; acompáñenos usted, señor Magistral. 

domingo, 20 de noviembre de 2011

Comentario de texto "Escenas de la vida cotidiana"

     A poco de acostarse notó Jacinta que su marido dormía profundamente. Observábale desvelada, tendiendo una mirada tenaz de cama a cama. Creyó que hablaba en sueños... pero no; era simplemente quejido sin articulación que acostumbraba a lanzar cuando dormía, quizás por causa de una mala postura. Loas pensamientos políticos nacidos de las conversaciones de aquella noche huyeron pronto de la mente de Jacinta. ¿Qué le importaba a ella  que hubiese República o Monarquía, ni que D. Amadeo se fuera o se quedase? Más le importaba la conducta de aquel ingrato que a su lado dormía tan tranquilo. El pérfido guardaba tan bien las apariencias, que nada hacía ni decía en en familia que no revelara una conducta regular y correctísima. Trataba a su mujer con un cariño tal que... vamos, se le tomaría por enamorado. Solo allí, de aquella puerta para adentro, se descubrían las trastadas. [...]
     Pensando en esto, pasó Jacinta parte de aquella noche, atando cabos, como ella decía, para ver si de los hechos aislados lograba sacar alguna afirmación. Estos hechos, valga la verdad, no arrojaban mucha luz que digamos sobre lo que se quería demostrar. Tal día y a tal hora Juan había salido bruscamente, después de estar un rato muy pensativo, pero muy pensativo. Tal día y a tal hora, Juan había recibido una carta que le había puesto de mal humor. Por más que ella hizo, no la había podido encontrar. Ninguno de estos datos probaba nada; pero no cabía duda: su marido se la estaba pegando.
                                                                                                         Benito Pérez Galdós
                                                                                                         Fortunata y Jacinta
     


     Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo y cronista español. Se trata del mayor representante de la novela realista del siglo XIX en España y, uno de los más importantes escritores en lengua española.
Galdós era hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez. Él inculcó en el hijo el gusto por las narraciones históricas contándole asiduamente historias de la Guerra de la Independencia, en la que había participado. Lo que hizo que su imaginación fuera desbordante desde muy joven.


     Externamente este texto está dividido en dos párrafos. El narrador es omnisciente, por lo que utiliza verbos en 3ª persona, técnica habitual del realismo.

     Galdós poseía una especial sensibilidad por el lenguaje popular, suele utilizar muy a menudo el diálogo e incluso llega a ensayar novelas absolutamente dialogadas.
Su estilo busca la visión más directa posible de lo que pretende expresar. Cuando narra, se trasluce el humor y la ironía. En los diálogos, el lenguaje se impregna frecuentemente de términos corrientes e incluso vulgares.
El tema de este fragmento es el maltrato que sufre Jacinta por su marido.


     Los personajes de este fragmento, son: Jacinta y su marido.


     Podemos ver repeticiones en las líneas 13 y 14, Tal día y a tal hora y, muy pensativo.
     Soliloquio en la línea 5-6, ¿Qué le importaba a ella  que hubiese República o Monarquía, ni que D. Amadeo se fuera o se quedase?
     Ironía en la línea 9 vamos, se le tomaría por enamorado. 


     Internamente también se pueden ver dos partes, la primera, el primer párrafo y la segunda el segundo.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Comentario de texto rima XXIII

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… yo no sé
qué te diera por un beso.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) fue uno de los poetas primordiales de la segunda mitad del siglo XIX. Es un poeta romántico, a pesar de que cuando él empezó a escribir, la época del Romanticismo ya había concluido.
Como tal romántico, en sus poemas se destacan aspectos como el subjetivismo ( el “yo” poético) y el tema del amor.
La rima tiene una única estrofa con cuatro versos octosílabos. La rima es asonante.
En esta rima, Bécquer, da a conocer sus sentimientos, lo enamorado que está de su amada.
Los recursos retóricos, son: anáfora, (versos 1-3) “por una/por un”
Aliteración, (verso 1) una mirada un mundo
Paralelismo (versos 1 y 2) por una + nombre + SN
Elipsis (versos 1 y 2) por una mirada, te daría un mundo, por una sonrisa, te daría un cielo
Exaltación del yo, (verso 3) yo no sé
En mi opinión, Bécquer está enamorado de una mujer, pero ella no le corresponde, y la única manera de expresar sus sentimientos, es escribirlo. Como dijo Nach Scratch “solo ante el papel puedo eliminar tensión el me entiende y no me cobra 80 euros por sesión” diciendo que se expresa escribiendo.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Comentario texto "que trata de la primera salida del ingenioso don Quijote y la graciosa manera que tuvo en armarse caballero"

Don Quijote de la Mancha, es una novela escrita por Miguel de Cervantes. Publicada en dos partes. Su primera parte fue publicada en el año 1605, la segunda, en 1615.

Miguel de Cervantes Saavedra, fue un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español que vivió durante el S. XVII.

El tema del capítulo, es La locura de D. Quijote y como se arma caballero.
Este capítulo está dividido en 32 párrafos.
Los personajes son: -Don Quijote: Personaje principal y loco.
-Rocinante: Caballo de D. Quijote.
-Un porquero: Hombre que “anuncia la llegada de D. Quijote”
-“La Tolosa”: Ramera que se hace pasar por doncella.
-“La Molinera”: Ramera que se hace pasar por doncella.
-Ventero: Dueño de la venta y hombre que se hace pasar por caballero para armar caballero a D. Quijote.
-Arrieros: Hombres que son “apaleados” por D. Quijote por interrumpir su velo.
-Gente de la venta: Gente que le tira piedras a D. Quijote tras abrirle la cabeza a un hombre.

Principalmente los recursos de forma que podemos observar son encabalgamientos en la gran mayoría del texto, algún que otro hipérbaton en los soliloquios de D. Quijote; Diálogos entre los personajes y, soliloquios de D. Quijote.
Algunas de las técnicas narrativas que Cervantes usa son:
-Contraste entre lo idealizado y lo real.
-Contraste entre los personajes a los cuales, Cervantes pone en parejas para que puedan formar diálogos.
 -Humor constante.
-Parodia lingüística.

Internamente el texto está dividido en 4 partes, la primera cuando Sale en busca de aventura, el segundo, cuando llega a la venta, el tercero cuando vela las armas y el cuarto cuando “es armado caballero”.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sesión 1

En esta primera sesión de castellano, la primera media hora la he pasado trabajando en mi  presentación de Don Juan Tenorio, en los personajes y las características romanticas.

Tras esos 30 minutos me he puesto a leer y tomar notas sobre las leyendas de el libro de G. A. Becquer "Rimas y leyendas"

jueves, 3 de noviembre de 2011

Comentario de texto Poema 59



Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:—Ahí va la loca soñando
           Con la eterna primavera de la vida y de los campos,                   5
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
                 Con la eterna primavera de la vida que se apaga                 10
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos? 



Rosalía de Castro (1837-1885) fue una poetisa y novelista española que escribió tanto en gallego como en castellano. Considerada como una de las figuras emblemáticas del renacimiento gallego (Rexurdimento) cuyos Cantares Gallegos son entendidos como la primera gran obra de la literatura gallega contemporánea.
Es considerada como uno de los precursores de la poesía española moderna.


Se casó con Manuel Murguía. Tuvo siete hijos y murió de cáncer en 1885. Sus restos fueron trasladados a un monumento funerario, en Santo Domingo. Este poema está escrito en el libro “ A orillas del Sar ”, el único que escribió en castellano.


En el poema 59, el tema es lo corta que es la vida (tempus fugit) cosa que puede verse en los versos .


Externamente el poema solo tiene una parte.
Está escrito en versos decahexasílabos de arte mayor y tiene una rima asonante.
El único personaje que hay en el texto, es su yo poético.
Algunos de los recursos retóricos de forma son:
Encabalgamiento en los versos 3-4 y 10-11
Epíteto en el verso 5 "eterna primavera"
Hipérbaton en el verso 2 "ni con su brillo los astros" en lugar de ni los astros con su brillo.
Polisíndeton en los 2 primeros versos, repetición de "ni"




Internamente el texto está dividido en 3 partes, la primera cuando habla con seres inertes, la segunda cuando la llaman loca por hacerlo y, la tercera donde nos dice que necesita esos sueños para vivir (tema muy recurrido en su época)
Metáfora verso 5 "la eterna primavera de la vida" juventud
verso 7 "que cubre la escarcha el prado" compara sus pelos (canosos) con un prado.
Personificación versos 1-4 las plantas no murmuran ni exclaman.
Pregunta retórica en el verso 14 pues enuncia una pregunta, no para recibir respuesta, sino para dar más poetismo al texto.


Monumentos dedicados a Rosalía de Castro alrededor del mundo.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Borrador monografía


Lo primero que podemos observar al leer el teatro  y ver la película  AMAR Y MORIR EN SEVILLA es que ambas están escritas en verso;  la película, describe  casi un 100%  del guión del texto original.

Al ver la película notamos que empieza igual que el teatro , (en una taberna Don Juan está escribiendo una carta para Dª Inés  y a su vez, unos pueblerinos celebran el carnaval ) pero se salta un diálogo entre Buttarelli y Ciutti  no muy importante, en el cual  Ciutti  le dice a Buttarelli  que lleva un año a cargo  de D. Juan y que éste es muy rico. Más adelante D. Juan Tenorio  habla con Buttarelli, que es italiano, y aunque en el  teatro haya un dialogo entre ellos en italiano, en la película no lo hay. También se salta un monólogo de Buttarelli, en el cual  se ve que D. Juan Tenorio riñe en la plaza.

En la escena V  del acto I, parte I, la película deja de ser fiel al texto y actualizan el lenguaje. En la escena VI del acto I, de la parte I del texto  saltan un monólogo de D. Gonzalo, en el que  hay indicios de que es el padre de la amada de D. Juan Tenorio.

En la película saltan tres escenas, en ellas Buttarelli prepara la mesa para D. Juan Tenorio y D. Luis Mejía.

Tras ver 15 minutos de la película  te das cuenta  de que parte del lenguaje ha sido actualizado como se puede ver en:



Después  de detallar lo que se apuestan, D. Juan comienza a hacer florituras sobre él  (en el teatro)  mientras que en la película, saltan todas las florituras y van directos  al grano.

En el comienzo del acto II, los guionistas de la película adelantan un dialogo que en el teatro no se realizará hasta más adelante.

En la escena III del Acto II Parte I de la película, Saltan un monologo en el que ya hay indicios de que Inés ama a D. Juan.
(No sé… El campo de mi mente
Siento que cruzan perdidas
mil sombras desconocidas
que me inquietan vagamente;
y a tiempo al alma me dan
con su agitación tortura.)
También en la misma escena, más adelante en la película se saltan una gran parte de la carta que D. Juan le envía a Inés. (Parte en la que D. Juan se pone más romántico.
(De amor con ella en mi pecho
brotó una chispa ligera,
que han convertido en hoguera
tiempo y afición tenaz:
y esta llama que en mí mismo
se alimenta inextinguible,
cada día más terrible
va creciendo y más voraz.

En vano a apagarla
concurren tiempo y ausencia,
que doblando su violencia,
no hoguera ya, volcán es.
Y yo, que en medio del cráter
desamparado batallo,
suspendido en el me hallo
entre mi tumba y mi Inés.)

(Acuérdate de quien llora
al pie de tu celosía
y allí le sorprende cada día
y le halla la noche allí;
acuérdate de quien vive
solo para ti, ¡vida mía!
y que a tus pies volaría
si le llamaras a ti.)
Al comienzo de la escena IV del mismo acto, en la película, hacen que Inés se desmaye nada más ver a D. Juan dejando así la posibilidad de que sea de amor, terror, fascinación… Mientras que en el teatro, Inés dice unas palabras que aclaran por que se desmaya
(¿Qué es esto? Sueño…, deliro.
¿Es realidad lo que miro,
 o es solo fascinación…?
Tenedme… apenas respiro…
Sombra… huye por compasión.
¡Ay de mí!)
Dejando claro que la razón por la que se desmaya es a causa de la fascinación y el amor que siente por D. Juan en el momento de verlo y, también el pavor.

Llegados a la escena VIII Acto III Parte I del teatro (minuto 48 de la película) nos damos cuenta de que no se ha realizado ningún “monologo” y directamente se salta y se da por entendido, por lo que hay partes que si no se tiene el texto original a mano, puedes pensar que alguna parte va de algo en lo que en realidad no va.

Acto IV escena I Parte I, otra vez saltan un monologo de Ciutti en el que defiende el valor y el honor de D. Juan
(No he visto hombre
de corazón más audaz;
ni halla riesgo que le espante,
ni encuentra dificultad
que al empeñarse en vencer
le haga un punto vacilar.
A todo osado se arroja,
de todo se ve capaz,
ni mira dónde se mete,
ni lo pregunta jamás.
Allí hay un lance, le dicen;
y él dice: “Allá va don Juan.”
¡Mas ya tarda, vive Dios!
En la escena II del mismo acto, se realiza el primer monólogo de la película
(Dios mío ¡cuánto he soñado!
Loca estoy: ¿qué hora será?
¿Pero qué es esto, hay de mi?
No recuerdo que jamás
haya visto este aposento.
¿Dónde estoy? ¿Este cuarto
es del convento?¿Quién me trajo aquí?