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Quico Cantero.

viernes, 7 de junio de 2013

Conocimiento líquido en la normalidad del estudiante.

 
 Todos nosotros hemos practicado alguna vez algún deporte y, seguro que al principio, ninguno éramos muy buenos, ninguno dominábamos ese deporte al princípo, siempre hay que ir practicando y practicando para mejorar se va mejorando y se llega a la "perfección".

     Yo, puedo poner el ejemplo del parkour, un "deporte" que consiste en ir desde el punto A hasta el punto B  en línea recta sin importar los obstáculos que podamos encontrar por el camino. En mi caso, yo empecé a practicarlo a los 9-10 años y a día de hoy lo sigo practicando. Como ya he dicho, al principio, no tenía ni idea y me rompí varias veces varios huesos del cuerpo, pero con perseverancia y esfuerzo, poco a poco fui mejorando hasta llegar a lo que soy hoy.

     En el parkour al igual que en todo, no hay una forma fija de aprender, cada vez que te caigas, levantate y no te rindas, todo es un progreso y, llegará un momento en el que te darás cuenta de que ese salto que cuando empezaste te daba miedo y no eras capaz de hacer ahora lo haces a modo de calentamiento y, que si cuando empezaste te hubieran dicho que llegarías a hacer lo que has llegado a hacer, no te lo habrías creído.

lunes, 3 de junio de 2013

El valor del fracaso

     La vida es igual a riesgo. El que no arriesga no triunfa, pero el que arriesga puede fracasar. El fracaso es una posibilidad, pero del fracaso se debe aprender en vez de desmotivar. A lo largo de la historia, ha habido grandes personas que fracasaron y si no lo hubieran vuelto a intentar hoy no serían nada.

     Todo el mundo fracasará alguna vez en su vida. Eso es algo que no se puede evitar, pero, aunque fracasemos, hay que sobreponerse y seguir adelante. El que con poco se conforma es porque poco se merece. Si Michael Jordan se hubiese rendido cuando no le aceptaron en el equipo de básquet del colegio, ahora no sería nada (en el mundo del básquet).

     El fracaso nos ha de ayudar a mejorar, si fracasamos, buscamos donde hemos llegado a fallar e intentamos mejorarlo. Abraham Lincoln perdió ocho elecciones antes de llegar a ser presidente y, cada vez se levantó y buscó donde había errado y lo rectificó.


     En conclusión, del fracaso tenemos que aprender y no desfallecer por ello, todos fallaremos alguna vez, errar es humano y, más humano aun es que siente mal, pero hay que buscar el fallo y rectificarlo.